miércoles, 21 de enero de 2009

El Cristo


No fue médico, pero curó
Todas las enfermedades humanas.

No fue abogado,
pero explicó los principios
elementales de toda ley.

No fue autor, pero ha
inspirado toda la literatura
viviente del mundo.

No fue orador, fue algo más:
La palabra encarnada.

No fue poeta, ni músico,
pero es el alma y la inspiración
De todo canto y de toda música.

No fue artista, pero ha sido
inagotable luz de grandes Maestros,
Tanto antiguos como modernos.

No fue arquitecto, pero ha sido
el transformador de las almas y el
constructor de caracteres de todos
Los tiempos.

No fue estadista, pero ha fundado
los estados y las instituciones
De la humanidad.

Y lo que hay de más maravilloso en Él,
es que fue un hombre perfecto, cuya vida
No fue manchada por el pecado.

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